La estrategia de diseñar diseñadores

Transcribimos la entrevista a Anabella Rondina publicada en la Revista Experimenta, número 76: "La estrategia de diseñar diseñadores"; dentro de la sección Reflexiona sobre el futuro de los estudios del diseño.
¿Qué cambios más significativos se evidencian en la enseñanza del Diseño en el Siglo XXI?
La mirada en la formación está atravesada por los cambios tecnológicos, la facilidad de obtención de información de prácticamente cualquier tema a nivel global y a la vez una crisis en la capacidad de análisis de la misma. La actualización de los planes de estudio debería ser prioridad para las escuelas que no lo han realizado, en especial porque el perfil del diseñador y sus competencias han cambiado en los últimos años. Además de tener la idoneidad para hacer realidad lo proyectado, es esencial contar con capacidad estratégica, de gestión y una visión analítica, prospectiva y conceptualizadora que promueva la investigación.
Los espacios de producción digital con el uso de tecnologías de impresión 3d, entre otros, han fomentado la aceleración en la velocidad de verificación de los proyectos y a la vez una pérdida en el dominio de la construcción material de la forma. 
En los últimos años la enseñanza del diseño se ha puesto de moda en Latinoamérica y en muchos países se ha convertido en un nicho de mercado interesante en el que se forman miles de diseñadores para los que luego no hay salida laboral. Este es un tema que hay que atender, en especial cuando las familias toman créditos para pagar los estudios de profesionales que luego quedan endeudados y deben trabajar de otra cosa para pagar su deuda. Aquí se refuerza la necesidad de ampliar los horizontes de los perfiles tradicionales en la formación del diseño para contar con profesionales que puedan insertarse con éxito en el mercado laboral local.

¿Cómo imagina el escenario futuro de la enseñanza en Diseño?
Lo imagino cada vez más complejo, atravesado por crisis importantes en las cuales las capacidades técnicas no serán lo más importante, sino que por el contrario debería fomentarse la formación universitaria de mirada amplia, analítica y de sentido común. Me imagino (o deseo) una educación orientada a poner la energía en la resolución de los problemas reales de las personas, de temas que son esenciales para la vida y en los cuales las respuestas materiales estén justificadas. En un mundo saturado de productos de alta rotación, efímeros y superficiales en su contenido, espero aportar a una enseñanza que promueva la producción de objetos con sentido.

¿Qué competencias debe tener un diseñador en el Siglo XXI?
Desde mi punto de vista debería poseer una gran cultura general, una mirada amplia que le permita detectar los cambios del contexto a nivel global y su incidencia local. Entender no sólo de “forma y función” sino manejar cabalmente los aspectos económicos de un proyecto, su viabilidad e impacto. Hay dos temas que me preocupan aún más, la capacidad de búsqueda y análisis de información y los temas del ambiente. El diseño ha tomado a mi juicio una dimensión “liviana” en referencia a los temas que suele abordar. Las problemáticas que necesitan solución para la mayoría de las personas se mantienen desatendidas, con suerte se abordan como proyectos académicos pero quedan ahí. A su vez, entiendo que trabajar en forma interdisciplinaria es esencial ya que, en general, los problemas que aborda el diseño necesitan de varias disciplinas y es fundamental formar diseñadores que comprendan el lenguaje del otro y sus capacidades específicas. 

¿Qué ofrece su escuela, qué la diferencia?
La Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires dicta 7 carreras proyectuales: Diseño Gráfico, Diseño Industrial, Diseño de Indumentaria, Diseño Textil, Imagen y Sonido, Paisaje y Arquitectura. Cuenta además con una amplia oferta de posgrado en la cual pueden cursarse carreras de especialización, maestrías y doctorado. La Universidad de Buenos Aires es pública, gratuita y co-gobernada (por profesores, graduados y estudiantes), siendo de los pocos casos en el mundo con esta modalidad. Tenemos una población de más de 26.000 estudiantes que cursan anualmente las diferentes carreras y se encuentra ubicada en el puesto 31 del ranking mundial de universidades de Diseño, siendo la primera de Latinoamérica.

D.I. Anabella Rondina