Nicolás
Con profundo dolor lamentamos comunicar la pérdida de Nicolás Canali, integrante de nuestra cátedra. Nicolás, estudiante de nivel 2, falleció ayer sábado 28 de septiembre en un accidente vial.
No hay forma sencilla ni correcta de contar esta noticia, todo el equipo docente está de luto ante este hecho, hoy ya no somos los mismos. Decidimos tomar las palabras del escritor Eduardo Galeano con su relato “Un mar de fueguitos” de “El libro de los abrazos” para recordar a Nicolás:
"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. -El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende".
Hoy tenemos un fuego menos, pero deseamos que de acá en más la llama de Nicolás forme parte de la de cada uno de nosotros. Todo el equipo docente acompaña a sus seres queridos en este momento difícil.
Aimé, Alejandra, Angeles, Carlos, Kevin, Erika, Facundo, Fernando, Germán, Guadalupe, Juan Carlos, Juan, Julián, Leandro, Lis, Mariana, María Eugenia, Martín, Matías, Pilar, Santiago, Sofia, Solange y Anabella.
No hay forma sencilla ni correcta de contar esta noticia, todo el equipo docente está de luto ante este hecho, hoy ya no somos los mismos. Decidimos tomar las palabras del escritor Eduardo Galeano con su relato “Un mar de fueguitos” de “El libro de los abrazos” para recordar a Nicolás:
"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. -El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende".
Hoy tenemos un fuego menos, pero deseamos que de acá en más la llama de Nicolás forme parte de la de cada uno de nosotros. Todo el equipo docente acompaña a sus seres queridos en este momento difícil.
Aimé, Alejandra, Angeles, Carlos, Kevin, Erika, Facundo, Fernando, Germán, Guadalupe, Juan Carlos, Juan, Julián, Leandro, Lis, Mariana, María Eugenia, Martín, Matías, Pilar, Santiago, Sofia, Solange y Anabella.